Dolor, fatiga, pensamiento confuso, el COVID altera el cerebro y se sigue evaluando para una recuperación completa de sistema nervioso.
Michelle Wilson contrajo COVID hace tres años y aún espera una recuperación completa de su cerebro y sistema nervioso.
A los 66 años, enfrenta una memoria irregular, dolor frecuente y una fatiga extrema incluso después de breves caminatas.
Porque el covid afecta al cerebro.#EsTiempoDeMascarillas https://t.co/57HU5o4Hkf
— Eva M Azul (@evamlibre) November 12, 2022
Aunque compró un bastón que se convierte en un asiento para facilitar sus salidas, Wilson ha llegado a aceptar que su situación actual podría ser lo mejor que pueda lograr.
La historia de Wilson refleja la realidad de un creciente número de pacientes con COVID de larga duración, cuyos síntomas persisten mucho después de la infección inicial.
Te puede interesar: Nobel De Medicina Para Los Desarrolladores De Las Vacunas Contra El Covid-19
Expertos sugieren que muchos de estos síntomas están relacionados con los efectos de la COVID en el cerebro y el sistema nervioso.
Encuestas gubernamentales indican que millones de personas en los Estados Unidos viven con síntomas neurológicos relacionados con COVID prolongada, y la falta de tratamiento efectivo para esta crisis de salud pública es evidente.
Aunque la investigación continúa, la comprensión de los efectos del virus en el cerebro sugiere que la inflamación persistente desempeña un papel clave, afectando la barrera hematoencefálica y posiblemente el nervio vago.
Los médicos, como el Dr. Ziyad Al-Aly, destacan la necesidad urgente de tratamiento para quienes sufren síntomas persistentes de COVID.
Aun no hay tratamiento confiable al COVID
Sin embargo, a pesar de los avances en la comprensión de la enfermedad, el tratamiento sigue siendo una promesa lejana.
La Dra Robyn Klein señala que la COVID prolongada comparte similitudes con enfermedades autoinmunes, y los estudios en modelos de ratón sugieren que la infección afecta a la barrera hematoencefálica, dando lugar a inflamación y cambios en el cerebro.
Asimismo, se exploran opciones de tratamiento, como medicamentos antiinflamatorios, la vacunación se presenta como una medida para reducir el riesgo de desarrollar COVID prolongada.
Para Wilson y otros pacientes, la esperanza reside en la investigación continua y la posibilidad de encontrar soluciones que reviertan los efectos en el cerebro causados por el virus.