Todo estaba listo en las afueras del Estadio Doroteo Guamuch Flores. Aficionados de los Rojos del Municipal y del Olimpia de Honduras llegaron para apoyar a su equipo.
Lo que eran algarabias, porras y un ambiente de fiesta deportiva, en minutos se convirtió en gritos y disparos.
En los alrededores al estadio comenzó a escucharse disparos de gases lacrimógenos, aficionados corriendo para resguardarse, el ambiente se convirtió en terror.
Agentes de la Polícia Nacional Civil (PNC) comenzaron a capturar a posibles «agresores».
Entre las capturas hay varios hondureños, uno de ellos contó cómo sucedió todo.