El ministro de Salud, Francisco Coma, informó que la quinta ola de contagios de COVID-19 en Guatemala ya cedió, y que el impacto fue bajo a comparación a los picos registrados anteriormente.
Coma explicó que desde la perspectiva de la mortalidad, enfermedad grave y hospitalización, pudieron determinar que el impacto de la quinta ola fue bajo. Lo que permitió no implementar medidas de restricción para contener los contagios.
El funcionario añadió que en la mayoría de los casos fueron provocados por las subvariantes de ómicron. En cuanto a la mortalidad, añadió que los pacientes en quienes la enfermedad se complicó y fallecieron, no tenían el esquema completo de vacunación.
«8 de cada 10 personas que fallecieron, no tenían el esquema completo de vacunación o padecían de alguna comorbilidad», detalló.
Además, indicó que en la actualidad no hay obligatoriedad de medidas de prevención y que está sujeto a criterio de cada persona. Sin embargo, recomendó seguir utilizando la mascarilla y la constante desinfección de manos con alcohol.