Guatemala ha dejado de percibir cerca de Q14 millones de IVA no pagado y otros Q15 millones entre arancel e impuesto único del cemento; además de Q115.4 millones anuales en pérdidas de ventas para la industria nacional, a consecuencia del contrabando de cemento que ha ido en aumento desde el 2014.
De acuerdo con datos del sector, en 2014 la devaluación continua del peso mexicano influyó en el bajo costo de este producto y comenzó a generar ganancias atractivas para los contrabandistas, transportistas y ferreteros.
Además del efecto negativo de este delito en la recaudación de impuestos, los productores de cemento nacionales, alertan del riesgo que implica para la infraestructura del país, utilizar materiales de mala calidad o vencidos, ya que conlleva una alta probabilidad de generar incidentes.
Los departamentos con más incidencia de este delito son Huehuetenango, Petén, San Marcos, Quiché, Jutiapa, Chiquimula e Izabal. Según la la Comisión de Defensa del Comercio Formal (Codecof) de Cámara de Industria, solo en Huehuetenango hay más de 100 puntos ciegos por los que pasa la mercancía de contrabando.
“Lo más preocupante de este delito es la impunidad con que se lleva a cabo y lo complicado que es para los productores legales competir de manera desleal en el sector”, comentó Axel Romero, gerente de gestión de Codecof, indicanco que en los últimos cinco años, se han reportado aproximadamente 70 mil toneladas de cemento que ingresaron de forma ilegal.