Un escándalo azota el sistema médico estadounidense después de que un hombre de 56 años falleciera en su casa después de ser rechazado por tres hospitales en Detroit. Gary Fowler, de 56 años, acudió a los tres centros hospitalarios que le diagnosticaron con ‘bronquitis’ pese a que su padre, David Fowler, de 76 años, había dado positivo en un test de covid-19. Ambos murieron el pasado 6 de abril en pocas horas de diferencia.
El hijo de Gary, Keith, denunció la situación, con su madre en el hospital también por coronavirus. “Mi padre tenía que haber recibido ayuda tan pronto como entró en el hospital y dijo que no podía respirar. Deberíais haber actuado y aseguraros que podía respirar antes de enviarlo a casa”, denunció en declaraciones a FOX. La noticia ya recorre el país.
Keith explicó que encontró el cuerpo sin vida de su padre Gary tras una llamada de su hermano Troy que le alertó de que no se levantaba. “Parecía dormido, pero estaba azul. Me rompió, me rompió”, recordó. Su madre también fue rechazada de un primer centro, pero posteriormente fue admitida en un hospital en el que lleva dos días con respiración asistida.
Keith denunció que inicialmente dijeron a su madre que se fuera a casa pese a explicar que su marido y su suegro habían muerto por coronavirus y pese a dar positivo. “Le dijeron ‘señora, no hay nada que podamos hacer por ti aquí, ves a casa, aquí tiene una trozo de papel. Vete a casa y aíslate con tu familia, vuelve si realmente necesitas’”.
“Ahora entiendo porqué la gente negra es la más afectada en el ratio de mortalidad con esto porque nos están empujando a casa a morir e infectar nuestra familia”, denunció Keith que también ha dado positivo de coronavirus además de dos sobrinos.
FOX contactó con el hospital de Beaumont, donde rechazaron a la madre de Keith, y emitió un comunicado en el que aseguró que “el COVID-19 está golpeando el sureste de Michigan particularmente fuerte. A medida que los pacientes acuden a Beaumont para recibir atención durante este tiempo extraordinario, estamos haciendo todo lo posible para evaluar, clasificar y atender a los pacientes en función de la información que conocemos en ese momento. Al tomar decisiones de atención, no discriminamos a nadie en función de su género, raza o cualquier otro factor. lamentamos la pérdida de cualquier paciente a COVID-19 o cualquier otra enfermedad”.
El hospital Henry Ford, en el que está ingresada ahora la madre de Keith, emitió otro comunicado en el que dice: “Nuestros pensamientos y oraciones están con los Fowler y todas las familias devastadas por los efectos de COVID-19. No podemos compartir detalles debido a la privacidad del paciente, pero no tomamos a la ligera ninguna preocupación por la atención parcial dada nuestra dedicación a poner a los pacientes primero. A lo largo de esta pandemia, hemos seguido las pautas de los CDC relacionadas con las pruebas y los protocolos de atención clínica. Henry Ford también ha sido un líder en abordar las disparidades de salud e impulsar la verdadera equidad en salud como parte de nuestra misión y valores centrales y ese trabajo continuará”.