Andy Murray lo celebró como si la pista más grande del mundo le aplaudiera a rabiar. La Arthur Ashe, con capacidad para 24.000 espectadores, estaba vacía. Sin embargo, las ganas de tenis que tiene el británico le llevaron a una histórica remontada ante Noshihito Nishikova, su víctima con un tanteo de 4-6, 4-6, 7-6(5), 7-6(4) y 6-4, en 4 horas y 39 minutos. Habían pasado dos años desde su última victoria en un ‘Grand Slam’.
Murray levantó dos sets, un punto de partido en la cuarta manga y un ‘break en la quinta. Lejos quedan las dos operaciones en la cadera que le habían avocado irremediablemente a una prematura retirada el año pasado en el Open de Australia.
Hubo hasta homenajes de la dirección del torneo y de sus compañeros de vestuario. Andy no se rindió y volvió meses después en Queen’s para ganar el dobles con Feliciano López. La cadera no le daba para el individual.
"COME ON!"
0-2 down. Never out.
Legendary stuff from @andy_murray as he completes the comeback and defeats Nishioka in 5 sets to advance to R2 at the #USOpen. pic.twitter.com/MDVIDuJnIr
— US Open Tennis (@usopen) September 1, 2020
Con trabajo y constancia, parece que cada vez está más cerca de ser el que era, el único tenista que plantó cara de verdad al ‘Big Three’ de la raqueta. De momento, ha igualado a Roger Federer como el tenista en la Era Open que ha ganado más partidos (10) después de haber perdido las dos primeras mangas.
El jugador de Dunblane, 115 del ranking a sus 33 años, ya había dado muestras la semana pasada en el Masters 1.000 de Cincinnati de su buen momento. No es casualidad que derrotara allí a todo un ‘Top10’ como Alexander Zverev. La cantidad de bajas en la lista final de inscritos en el US Open le permitieron tener plaza en el cuadro. Ya está en la segunda ronda donde se medirá con el canadiense Felix Auger-Aliassime, decimoquinto favorito.