El cuadro andaluz consiguió el primer triunfo de la temporada, aunque el técnico no desató ni mucho menos la euforia: «Siempre es importante y más cuando llevas cuatro partidos en los que no lo has conseguido, pero son tres puntos y nada más».

Lopetegui se mostró «muy satisfecho» de haber logrado el primer triunfo «en un escenario complejo» y ensalzó las virtudes del rival. El preparador sevillista subrayó que su equipo mantiene el mismo «ADN» combativo «desde hace tres años».

Por otra parte, valoró el ajustado penalti que supuso el primer gol del Espanyol en la primera mitad: «Una pena máxima debe ser un hecho contundente y un jugador (en referencia a Acuña) no puede saltar con los brazos pegados a la espalda».

En este sentido, Lopetegui confesó que el tanto de Joselu fue un golpe complejo de asimilar. «El 1-3 nos ha hecho dudar otra vez y la cabeza en el fútbol es muy importante. Hemos intentado tranquilizar a los chicos», desveló.

El responsable del banquillo del Sevilla aseguró que «sufrir juntos refuerza al grupo», pero apostó por pasar página y centrarse en el siguiente compromiso, el próximo miércoles contra el Copenhague en la Liga de Campeones.

Finalmente, el técnico elogió a Kike Salas, debutante en el partido contra el Espanyol, y explicó que buscaba la «frescura» que le podía aportar el futbolista al bloque.