Gareth Bale es un callejón sin salida para el Real Madrid. Le quedan dos años de contrato y ha dejado claro que no piensa renunciar a ellos porque “es feliz” en Madrid, según su agente Jonathan Barnett. Los que no son tan felices son los dirigentes madridistas que no ven la forma de deshacerse del gales, y se empiezan a plantear asumir parte del millonario sueldo que percibe para convencer a los pocos equipos que puedan estar interesados en su fichaje.
El Real Madrid habría solicitado una reunión en los próximos días con el jugador y su agente para tratar su futuro, según Defensa Central. La situación del galés es insostenible. Zidane ha dejado de contar con él y ha pedido al club que lo traspase. Pero nadie lo quiere. Otro año en el primer equipo no aportaría nada bueno al grupo. Un jugador que empezará su novena temporada en Madrid y en el Real Madrid y que sigue sin dominar el español, sin integrarse en el vestuario y yendo por libre.
El club blanco perdió la oportunidad de venderlo hace dos temporadas, cuando Mourinho lo tentó para irse al Manchester United. Florentino Pérez prefirió traspasar a Cristiano Ronaldo en lugar de subirle el sueldo, como pedía el portugués, con el dinero que se ahorraría con la salida del galés. Se equivocó. Después asumió su salida y empezó tasándolo en cien millones, bajó a 80, 60… hasta plantearse dejarlo salir gratis. El Madrid ha fracasado en los intentos de venderlo o que se vaya.