A Lionel Messi ya le habían dado el Balón de Oro, el premio a Mejor Jugador del Mundial de Qatar 2022.

También le habían colgado la medalla del campeón.

Incluso él mismo se había anticipado al ritual: antes de alzarla, había llenado de besos y caricias a la Copa Mundial de la FIFA.

Recién después de los saludos protocolares, llegó el momento de la foto histórica: la entrega del trofeo y la ofrenda en alto a los hinchas y las cámaras.

Pero a diferencia de otras ediciones, sin embargo, la imagen quedó fijada para la posteridad con una curiosidad: una túnica típica que le obsequiaron las autoridades de Qatar.

Como capitán y figura del seleccionado de Argentina campeón del mundo, Messi fue el último en subir al escenario para la entrega de medallas.

Gianni Infantino, presidente de la FIFA, le colgó el souvenir.

El rosarino pasó por todas las manos: de las autoridades de Qatar a Emmanuel Macron, mandatario de Francia, hasta el enésimo abrazo con Claudio Chiqui Tapia, titular de la AFA.

Le habían comentado algo al oído. Llegó al pie del trofeo para sumarse -por fin- al listado de elegidos que saben cuánto pesa la Copa.

Pero tuvo que esperar unos segundos para hacer realidad la postal que tanto ansió.

La túnica

A su lado se acomodó el emir de Qatar Tamim bin Hamad Al Thani, que sorprendió con un último retoque al outfit del campeón mundial.

A espaldas del rosarino, le colocó sobre los hombros y luego lo ayudó a pasar sus brazos por una capa típica del emirato.

Semitransparente y con detalles dorados, el besht -como se denomina esta prenda- cubrió como una gasa oscura la silueta de Messi para la fotografía cúlmine del plantel en un Mundial polémico en lo geopolítico.

Menos de cinco minutos después, ya estaba en radiante celeste y blanco.

¿Qué es el besht?

«La palabra ‘Besht’, de acuerdo a algunas fuentes, es un término persa que se usaba a gran escala en el Golfo y en Irak», señala el Ministerio de Cultura de Qatar en su página web.

En Arabia Saudita se la conoce como mishlah y en Siria y Egipto, como abaya.

Milenaria en el mundo árabe, la tradición indica que está reservada para ocasiones muy especiales.

Quien tiene permiso para utilizarla de manera habitual es el emir.

Lo hace, por ejemplo, cada Día del Fundador de Qatar, el 18 de diciembre, en conmemoración de la unificación del país.

Esta vez, además, esa jornada coincidió con la final del Mundial 2022.

También la usan importantes personalidades qataríes en ocasiones religiosas y se la suele poner el padre al hijo cuando contrae matrimonio.

Al obsequiarla y colocarle personalmente esta prenda, Tamim bin Hamad Al Thani agasajó al rosarino y lo trató como un miembro de la realeza.

¿Dé qué está elaborado el besht?

El atuendo que lució Messi es su versión veraniega, con telas livianas, de allí el caracter traslúcido.

Además, el color negro es el predilecto para horarios nocturnos (la final del Mundial comenzó a las 18).

De día, en cambio, el protocolo prescribe tonos claros.

Este elemento típico es también representación de la lujosa tradición textil árabe, que conserva esta túnica desde hace al menos dos milenios.

La tela con la que está confeccionada solía traer pelo de camello y lana de oveja, aunque en la actualidad también se venden prendas sintéticas.

Están quienes la siguen elaborando según la tradición y dedican hasta 15 días para acabar una sola unidad a mano.

En esos casos, puede costar el equivalente a Q31,732.19

Besht de Messi en internet

Pero también se ofrece en las habituales páginas de venta online, como eBay.

Los fanáticos que quieran vestirse como Messi ya tienen una alternativa, en Guatemala podrían llegar a pagar hasta Q500 (sin gastos de envío).

Entre vuvuzelas y camisetas albicelestes, este domingo después de la final del Mundial de Qatar 2022, en la principal página de venta online en Argentina ya ofrecían la capa que vistió Messi al levantar la Copa del Mundo.

«Bata Árabe Messi Campeón», era el título con el que un vendedor promocionaba la publicación de una versión low cost del besht.

Ilustraba el producto con cinco imágenes del capitán argentino en los festejos y, también, con un modelo autóctono del mundo árabe.

«La tenes en celeste y blanco?», preguntó un interesado. «No. Solo la original. Made in Qatar», prometió el vendedor, ubicado en Córdoba y que parece dedicarse a un rubro totalmente diferente: la prenda tradicional desentona entre decenas de camionetas usadas.

A la suya, Messi se la sacó unos 5 minutos después.

Suficiente para cumplir con los protocolos y para que el emir tuviera la foto que soñaba: el mejor jugador del mundo, la Copa y un símbolo histórico de Qatar.